martes, 16 de enero de 2018


PLAGIAR A DREXLER

Amemos el plagio: Drexler canta:
Te miro dormir y te nombro
te miro y no salgo de mi asombro
mi aliento te deletrea
para que mi corazón te lea

A mí se me ocurre:
Vos dormís
yo te nombro
vos cubrís
con tu hombro
desnudo
mi mudo
asombro
que alfombro
y decís
un país
dormida
y trasnombro
mi herida
mi escombro
se llaman vida.

Acá, completa, la canción en cuestión: Organdíhttps://www.youtube.com/watch?v=9_UAIKkZWT0


lunes, 16 de octubre de 2017



BORGES TE TOCA LOS OJOS

En la clase de Didáctica de la Lengua y la Literatura (27/03/2017) la profe Mariana Ocampo nos propone una consigna de escritura que resultó una de las tareas más lindas que me dieron en mi paso por la universidad: 
*Pensarme en una escena de enseñanza. Por ejemplo, dando clases en tal curso ¿Qué me imagino? Como si fuera una película. Una narración que me tenga como protagonista y cuente una escena de enseñanza.
Me salió así:

-No hay cosa como la muerte para mejorar la gente-lo dice con una sonrisa-. Buen día- apoya la mochila en su banco y gira la silla, se sienta y usa el respaldar para apoyar los codos y las manos para apoyar la cara.
 Algunos alumnos ni notaron la presencia y los versos del profesor. Hay uno en el fondo (Juan) que lo ve, mudo y con los ojos grandes. A él le va a hablar el profesor. Y a la coloradita con pecas de mitad de la segunda fila. 
-Hoy vamos a hablar de la muerte- dice-. Y como Borges se murió, vamos a hablar de Borges. Algunos dicen que no conoció mujer, que se pasó la vida entre libros. Sabemos que los últimos años los pasó con una mujer bastante más joven que él. Ignoramos si le daba besitos en la boca. Pero tonto no era ¿A ustedes alguna vez los o las dejó alguien que amaban? Sí, a ustedes. A ver ¿quién se anima?
Algunas chicas se ríen bajito, como si la risa revelara algo vergonzoso. Hay unos segundos de risas y murmullos. Juan, el del fondo, habla
-A mí me dejaron-el aula entera se da vuelta (menos la colorada).
-¿Sí?- pregunta el profesor. Juan traga saliva.
-No sé qué hice mal.
-¿Hay que hacer algo mal para que te dejen?- insiste el profesor
-No sé, yo la quiero. Hice méritos pero se me fue. Voy a seguir intentando. Un día va a tener que caer.
-Se cuenta que a Borges también lo dejaron. Por un amigo, también poeta. Me duele una mujer en todo el cuerpo, escribió. ¿Adónde duele una mujer? ¿Es un dolor que llega y pasa o uno lo lleva puesto adonde vaya?
Alumnas y alumnos empiezan a hablar. Que también puede doler un hombre, dicen.
-¿Y Borges se olvidó de ella?-pregunta Carla.
El profesor, sin hablar, lento, muy lento, saca un libro de su mochila (“El Hacedor”)  y les lee “Delia Elena San Marcos”, que habla de la muerte y de las despedidas y de Platón. Y les dice que, como dijo Dolina, quizá lo más parecido a la muerte sea el desamor.

Mientras escuchaba la opinión de ellos y ellas, sacó más libros de la mochila. Los puso en el piso. Ellos y ellas, sin que nadie les diga, se agacharon a verlos. Si la cosa iba bien, habían empezado a leer a Borges. Y a entender que el amor también se termina.

domingo, 17 de septiembre de 2017



OMNIPRESENCIA Y CASI OMNIPOTENCIA DEL GOCE
tu amor ciego y profundo como un topo
me latía / me vivía / me volvía a rezar
volvióme tu amor a mis honduras
pozo de mí / subo al fondo de tu ojo
soy un nadador más manco de la noche
sos oscura / mía / desde la panza de mi madre
mi embrión entrevió la juntura de nosotros
me enamoré de vos porque soy yo
mi amor tiene que ver con vos porque algo tuyo me llama
aunque me cosa a la frente las alas del alba
y me esconda en el profundo pozo
hasta ahí voy a buscarte para que me busqués y me hagás doler
habitás mi goce en cada árbol de dios
adónde me iré de mi goce y dónde huiré de mi cabeza
goce te hablo a vos
si se corta la luz vos marcás el camino
vos todo resplandecés
y no entiendo
es algo alto
te alabaré asombrado
mi alma ya se enteró
vos escribiste lo que venía
¡qué lindo lo que me pensás!
probame
mi corazón
decí si hago cosas sin vos
y a vos ahora te hablo muchacha
que tuviste mi amor porque tenés la forma de mi goce
y era nomás que venía nuestro amor telepático y tísico
hoy son pasos que se alejan
chau gocecito
andate con la muchacha que trajiste al lado
ella tan topa tan ciega profunda de su amor
no ama no busca otro pozo más alto
yo hui de ustedes dos
y es una casa este lenguaje
un techito de zinc
para el deseo
para cubrir lo vivible

martes, 18 de julio de 2017



Con mi novia imaginaria sentimos una envidia mutua
-Yo te envidio- le dije
-Yo más
-Yo
-Yo- dijo
-Pruebas, quiero pruebas
-Ayer pensaste que sería hermoso un poema en el que alguien va en caballo a la luna. Envidio esa idea
-Vos tenés un culo hermoso
-Vos no tenés sueño a la mañana
-Vos cantás como los dioses
-Vos creés en Dios
En ese momento, Dios enfureció y le dijo:
-Novia de él, ¿qué decís? ¿No ves que si él creyera en mí no te necesitaría: él me pediría una novia real y yo se la daría?
Mi novia no supo qué decir. Yo envidié mucho que Dios le hablara. Cada día nos envidiamos más. Mientras haya envidia, sé, estaremos juntos. Lo demás es trivial. Irreal, casi. 

sábado, 8 de julio de 2017



Ayer a la tarde llamé por teléfono a mi novia imaginaria:

-¿Querés venir a casa esta noche? Hago empanadas de anquito y queso.
- (Silencio)
-Prometo no hacerte nada con mi ojo izquierdo.
-Te aviso
-Bueno
-Bueno (Silencio)
-¿Cuándo?
- (Silencio)
- (Silencio. Pero un silencio distinto)
-¿Cuándo qué?
-¿Cuándo me avisás?
-Cuando sepa
-Ah…
-Sí
-Claro (Silencio) ¿Y ahora no sabés, no?
-No
-Bueno
-Chau
-Chau. Ah, ¡pará!
-¿Qué? (Con voz seca)
-Nada, que cuando sepas, en caso que lo que sepas es que sí, o sea, que sí vas a venir, traete un vino
-Bueno. (Silencio)
- Che
-¿Sí?
-¿Todavía no sabés, cierto?
- (Cuelga. Tu tú, tu tú, tu tú)
- (También cuelgo. Pienso: yo las hago por las dudas).


TEORÍA LITERARIA: LA ESCUELA DE LA DISTRACCIÓN O EL FANTASBOTÁNICO

Ayer en un Taller de Lectura hablábamos del hecho fantástico. Yo tuve una idea: helecho fantástico. Un helecho que se eleva en el aire cuando nadie lo ve y cada vez más alto pero a la vez que sube las raíces se le hunden. Una tarde llegará al centro de la Tierra y a la orilla de la Vía Láctea. Las dos cosas quizá ocurran en el mismo segundo.

domingo, 18 de junio de 2017



Tengo por lo menos dos lenguas. La del habla y la del cuerpo. Lo que digo hablando, a veces, nomás, lo entiendo, y muchas no, pero al menos posee una condición gramatical que hace decible lo que digo, que lo torna escuchable, contenedor de un sentido posible, desplegable, explicable, justificable. Lo que dice mi cuerpo me puede dejar en la completa ignorancia. Se me aparece como una lengua extranjera. Y si mi cuerpo va a un lugar, está diciendo algo. Yo no puedo borrar con la palabra lo que escribo con el cuerpo.