viernes, 22 de abril de 2016



-¡Todos los árboles son casas!
Yo salía de trabajar. Coordino talleres con palabras en el Área de Salud Mental. Esta mañana trabajé en Casa de Medio Camino y en el Hogar de Día Encuentro. Cuando salía de ahí, crucé de vereda para buscar mi bici atada a un árbol. Yo caminaba pero mi cabeza no iba a ras del piso. Llegando a la otra vereda, que es la vereda de una escuela primaria, un niño de guardapolvo, corriendo y tocando un árbol, como gritando una verdad que le daba un poder y lo cuidaba de los otros, gritó
-¡Todos los árboles son casas!

Después supe que jugaba al viejito tocador o la mancha. Pero antes entendí (mientras el grito se desenvolvió) que hay que correr por el mundo, que el mundo está lleno de casas, que hay que gritarlo y tocarlas porque da poder, que yo trabajo en casas y que Jesús una vez vio hombres como árboles.

miércoles, 20 de abril de 2016



CASA RARA/1

Es un psicoanalista que era medio pobre. Y además tenía como un problema en la mente que a él le parecía que si atendía a sus pacientes, con su matrícula, en vez de en un consultorio, en su casa, en la cama de él, iba a curarlos mejor.

Este texto fue fabricado, oralmente, por dos hombres muy creativos que asisten al Taller que coordino, para el Área de Salud Mental, en el Hogar de Día Encuentro. Surgió de un juego que titulé “Casa Rara” y busca que pensemos situaciones en las que los personajes usan las cosas de sus casas de un modo extraño. Por ejemplo.


lunes, 18 de abril de 2016

Mujer dice que tengo dragón en la espalda. Cuando dragón se enoja, resopla y va ardor ahí. 
Médico indica diclofenac. Para que dragón no huya, pruebo alimentos verdes, digo cosas de fuego. Aunque arda, mujer enseñó que dragón está ahí. Mujer sabe montar dragón. Si bebo mujer por el pecho, ella húndese en mí y galopa al dragón hasta volverlo nuestro. Dragón nuestro quema lo que sobra. Protege casa de los dos que rodeamos de río.


Pintura: Xul Solar, "Drago", acuarela de 1927.