sábado, 28 de enero de 2017


CÓMO ENTERARSE QUE UNO/A ES ESCRITOR/A

En una entrevista de Nodal Cultura, Abelardo Castillo le cuenta a Natalia Páez que, décadas atrás, para impresionar a la muchacha de 21 años con la que salía se robó un libro “casi imposible de robar por su tamaño” de una librería de usados. La periodista le replica (consuela, provoca) que alguien se habrá robado también un libro suyo. En una feria del libro-cuenta Abelardo- cuando todavía no se hacía en La Rural, yo estaba en la editorial Galerna conversando con uno de los dueños que me había publicado El cruce del Aqueronte, año 1981, 1982. De pronto veo que un chico está robando un libro. No era un ladronzuelo, tenía cara de querer leer ese libro que se estaba llevando. Me acordé de mis años en los que no podía comprar libros. Entonces, para que no lo viera la persona que estaba conversando conmigo, me corrí para desacomodarle el ángulo de visión. Cuando lo vi irse al chico me di cuenta de que se había robado un libro mío. Fue la primera vez que me sentí escritor.

Agrego, así al pasar, que aquella muchacha de 21 años se llama Sylvia Iparraguirre y hasta hoy es su compañera.


martes, 17 de enero de 2017


JUGANDO AL BINOMIO FANTÁSTICO

En su libro Gramática de la fantasía, Gianni Rodari dice que el Binomio Fantástico se juega escribiendo una historia a partir de dos palabras que no estén emparentadas entre sí en la vida cotidiana, uniéndolas en un mismo texto, buscando que ese texto resulte con chispas de fantasía. Lo cito: “es necesario que haya una cierta distancia entre las dos palabras, que una sea lo suficientemente diferente de la otra, y que su aproximación resulte prudentemente insólita, para que la imaginación se vea obligada a ponerse en marcha y a establecer, entre ambas, un parentesco, para construir un conjunto (fantástico) en que puedan convivir los dos elementos extraños”. Les digo que me puse a jugar con dos pares de binomios. Primero con “lengua/flecha” y salió esto, así, espontáneo, endiciendo y faziendo:

Los nativos Inyú tienen lengua puntuda. Toda vez que llega un explorador o un enemigo a sus islas, ellos se pintan de verde con plantas del pantano y se ocultan en las ramas de los árboles. Desde arriba, empiezan a tirar palabras a los intrusos. Algunos, incluso, se cortan la lengua y la arrojan contra el extraño. No sin antes pronunciar palabras como “pecho roto” u “ojo cortado”. Si la lengua da en la parte del cuerpo que la última frase de esa lengua pronunció, el extranjero muere en el acto, o se vuelve un chamán a favor del enemigo.

Después, apenas terminé el de arriba, probé con “dragón/pelo”:

Este dragón estaba triste porque no le crecía el pelo. Había visto en unas publicidades regias mujeres de cabellera vasta y brillosa. Se imaginaba, el escamoso, ir por el viento de las montañas con el pelo volándole a los costados como alas peludas. Se frenaría en la vertiente y donde nace el agua mojaría esos cabellos y se demoraría en correrse el flequillo para que no le estorbe la vista ni se llene de humo de la nariz. Atarse el pelo sería una tarea monumental y necesaria para cumplir la misión de proteger la cueva de posibles enemigos o caballeros andantes. Tanto esmero en el pelo, se decía, lo mantendría ocupado y, quizá, le ayudaría a olvidar que hace años la dragona no vuelve y que tenía unas escamas hermosas.


Me parece divertido y, en un punto, luminoso, rebelde. Porque si hay un lugar desde donde las cosas se cambian, se logran mutar o, por qué no, rotar el modo en que las percibimos, ese lugar es el lenguaje. Dice Ángela Pradelli en La búsqueda del lenguaje: “el lenguaje nos pone de pie y nos hace andar (…). El habla es un acto que debería conmovernos cada vez que se concreta. Tal vez la revolución más necesaria en las aulas sea la del lenguaje. El cambio primero, el más abarcativo, el más importante será aquel que ponga al lenguaje en el centro de nuestras escuelas secundarias, que haga de la lengua un eje en cada una de nuestras aulas. (…) Tenemos que valorar la vacilación de la lengua como algo sagrado, preservarla en lo insondable de la materia que enseñamos. (…) Cuando el lenguaje circula con vida entre alumnos y profesores (…) se construye, sobre todo, una visión del mundo. Aunque por momentos, o quizá por eso mismo, el lenguaje se ponga imposible y nos haga balbucear a todos con una lengua de trapo”. Una lengua de trapo quizá sea larga y se doble para todos lados. Me gustan las lenguas de trapo. Me gusta divertirme, además de esforzarme, cuando escribo. Me gusta jugar. “Escribo con la seriedad de un niño que juega”, dijo Borges en una entrevista. En el capítulo sobre el binomio, Rodari apunta que “no hay que olvidar la alegría que este juego provoca en los niños. En nuestras escuelas, hablando en general, se ríe demasiado poco. La idea de que la educación de la mente ha de ser algo tétrico, es una de las cosas más difíciles de combatir”. El juego es un modo hermoso y sano de entrar a la batalla del lenguaje. El uso total de la palabra para todos le parece, a Rodari, un buen lema, “de bello sonido democrático. No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo”.

martes, 10 de enero de 2017


 En Página/12, Saccomano escribe algo sobre Carver. Termina: “el último poema de Carver se titula <<Último fragmento>> y puede leerse como auto-epitafio: <<¿Y conseguiste lo que/ querías de esta vida?/ Lo conseguí./ ¿Y qué querías?/ Considerarme amado, sentirme/ amado en la tierra>> ”.

lunes, 9 de enero de 2017



HISTORIA DE LAS COSAS PERDIDAS

La primera cosa perdida de la que se tiene noticia se habría perdido en lo que hoy es la zona de Mongolia. Se trataría de un cuerno de animal que un cazador macho quiso regalar a otro macho por el que habría sentido una sensación similar a estar atraído por alguien. Pero como el cuerno nunca se encontró (esa es una de las principales razones por la que está perdido) no podemos afirmar la veracidad de esta historia. Y así etcéteramente.
Por ejemplo la palabra latina “legale” perdió la “g” al transformarse en el castellano “leal”. Pero el dato es capcioso ya que si uno escribe o lee en latín la “g” permanece ahí. Y es cosa de saberse que no es perdida una cosa que uno usa cuando quiera.

Pero volvamos a la primera cosa perdida. Usted está leyendo esto en un muro de Facebook y eso me da derecho a decir que si me largo a dar rodeos, usted, apurado lector, moverá el mouse para mirar otra publicación. Distinto sería si esto se publicara en un libro y usted lo leyera con el mate en el comedor o en la cama mientras su pareja duerme con un leve ronquido. El cuerno que se perdió en lo que hoy es Mongolia- según dicen los datos- ha de haber sido un cuerno hermoso. Porque si el cazador sentía así como una atracción por el otro macho, seguro quería ofrendarle el cuerno más hermoso del mundo. Y, si mi razonamiento no es trunco, el cuerno más hermoso del mundo ha de ser un cuerno muy hermoso. Esto confirmaría la hipótesis que cité unos renglones más arriba. Cito: “El cuerno que se perdió en lo que hoy es Mongolia (…) ha de haber sido un cuerno hermoso” (la cita sigue, pero si la continúo corro el riesgo de que llegue un momento en que lo que cito se tope con lo que estoy escribiendo ahora-por ejemplo: la palabra “ahora” que escribí recién, que se escribe igual que la palabra “ahora” que escribí más recientemente aun, pero que no es la misma. Confundir “ahora” con “ahora” puede conllevar una pérdida de tiempo y es más recomendable disfrutar el ahora).

Ejemplos de cómo sentir dolor por una mujer sin que ella sepa:

-no hay
-si existen, no lo hemos descubierto
-depende qué mujer
-si es tu pareja, hacele cinco chistes por día (en internet hay muchos, en chistesbreves.com) y cuidate de no decir lo que estás pensando salvo que estés pensado en otra
-cuando te llame por teléfono (en caso de que tenga esa consideración alguna vez) atendela haciendo de cuenta que estás muy ocupado, pero, aun así, hablás
-programá alarmas en tu celular para después de las diez de la noche con el mismo ring ton que usás para los mensajes de wpp y fingí leerlos con una semisonrisa, meneando leve la cabeza
-cuando se venga el dolor al pensamiento o al cuerpo, andá a geriátricos u orfanatos o merenderos o centros de estudiantes o partidos políticos de lo más sectarios y  ahí contá cuentos o vestite de payaso pero no la llames (eso es fundamental, no la llames). Si es de madrugada y entrar a un merendero pudiese resultar, a esa hora, sospechoso, recomendamos buscar en youtube (el wi fi es parte central de estar sano) algún programa repetido de Tinelli o Jorge Rial (preferentemente, los dos)
-hacé terapia psicoanalítica y enamorate pero mucho de tu analista y que no sirva la terapia pero que estés excitado con otra mujer en vez de la que duele
-no leas, bajo ninguna circunstancia, “El amenazado” de Borges (en especial la parte que dice “me duele una mujer en todo el cuerpo”)
-armá una conversación en facebook del tipo mensajes en cadena que diga que declarás que el fin de enamorarse no es ser feliz ni que se acomode de una vez la vida, sino que enamorarse puede doler y eso no viene mal ni es signo de que uno es un fracaso (o el más grande de todos los fracasos). Si no envían ese mensaje a quince contactos en los próximos trece minutos les va a entrar un virus en la compu y siempre van a poner el pendrive del lado incorrecto
-fijate que hay muchas mujeres en tu ciudad. Pero eso no es nada. Fijate que algunas hasta te dicen hola y tienen ganas de tomar mate con vos .Eso es bastante. No te dan la ausencia que te da la que te duele. Eligen que el mate se lo cebés vos y no otro. ¿Viste?
-nadie nunca, sea mujer o varón o canario, puede sentir el dolor del otro
-como dice el reggaetón, lo que pasó, pasó. El tema es qué hacés con lo que pasó, con lo que te ha tocado. Dicen que en el amor uno sólo elige lo inevitable. Hay que ir a la raíz de uno para, en vez de cambiar la elección, cambiar lo inevitable, empezar a no poder evitar otras cosas
-si todo esto no funcionara, quédese tranquilo, usted goza de sentir dolor por ella, y podrá continuar haciéndolo (¿no era eso lo que quería?) 

sábado, 7 de enero de 2017


EL DÍA QUE LOS VEGETARIANOS COMIERON PESCADO
tus ojos dos animalitos de agua clara voy a meterme hasta la cintura en tus ojos hasta el corazón izquierdo/ vas a ir al médico doctor doctor tengo algo en el ojo/ él va a usar su linterna y me va a ver ahí nadando ¡sáquenlo, carajo, saquen a ese pibe que esta mujer va a quedar ciega de un hombre!/ los pescadores del deseo van a venir con sus cañas para sacarme y ponerme a freír en la sartén. (ñam ñam qué rico).